lunes, 22 de agosto de 2011

Elegir el país al que emigrar


Uno va a una tienda de helados pensando que quiere tomarse algo fresquito, y cuando se pone delante de la nevera, se da cuenta hay tantos sabores que elegir se vuelve harto complicado. Cuando nosotros pensamos donde continuar con nuestras vidas nos encontramos con ese mismo problema: cual es el mejor país para emigrar? La realidad es que no hay una respuesta correcta, solo un montón de factores que deben ponerse en una balanza y ver que es lo que sale.

Si bien nos hubiese encantado ir a Singapur, Estados Unidos, Canada, Australia, o incluso Nueva Zelanda, decidimos que lo mejor era centrarse en Europa. Queremos crecer como europeos, con todo lo que ello conlleva de bueno y de malo. El factor distancia o visados no tubo presencia en esta decisión.

La primera criba fue países de Europa del Este (fuera Bulgaria, Rumania, Hungría), países balcánicos (fuera Croacia, Serbia, Eslovenia...), países bálticos (fuera Estonia, Letonia,...), fuera paraísos de todo tipo (Mónaco, Liechtenstein, Malta...incluso Luxemburgo), y países del sur (fuera España, Portugal, Italia, Grecia...). Sin duda en estos países se puede vivir muy bien en según que situaciones, y en algunos medidores están por delante que países top (longevidad, clima,...), pero no es lo que buscamos en estos momentos de nuestras vidas.

Así que finalmente nos quedamos con una lista compuesta por: Francia, Suecia, Noruega, Alemania, Finlandia, Reino Unido, Austria, Irlanda, Dinamarca, Holanda, Suiza y Bélgica.

Aquí toca ponerse a pensar y indagar mediante Internet que se cuece en cada lugar. En una segunda ronda, decidimos que los siguientes países tampoco nos llamaban la atención:

Noruega – no es UE, moneda local, poca industria de sector de Mr. Ofiuco.
Finlandia – aislamiento del resto de Europa geográficamente, idioma local muy complicado, salarios razonables pero no altos.
Austria – poca industria del sector de Mr. Ofiuco.
Irlanda – problemas estructurales muy importantes, crisis económica, aislamiento con el resto de Europa.
Bélgica – poca industria de Mr. Ofiuco, coste de la vida en relación a los salarios no muy atractiva.
Quizás lo mas sorprendente de esta lista de descartados sean los dos países nórdicos Noruega y Finlandia. Son grandes países, muy estables, pero el precio que hay que pagar por estar allí es grande (aislamiento geográfico, climatología...). No es lo que buscamos.

Los siguientes descartes fueron Francia y Reino Unido. Reino Unido tiene la gran ventaja del idioma, pero existe un aislamiento geográfico y cultural importante. La mentalidad isleña que tienen los británicos es patente si se pasa allá algún tiempo. Francia es bastante correcta, pero socialmente lleva años hirviendo, y una de las pocas ventajas (el idioma) es precisamente una barrera de entrada tan baja que tampoco se aporta nada si en el futuro vuelves a emigrar.

Finalmente, nuestra lista de países de destino se limito a Suecia, Alemania, Dinamarca, Holanda y Suiza. En todos esos (y algunos de los países descartados también), buscamos empleo, con la sana intención de tener varias ofertas y finalmente escoger lo que mas nos llamase la atención. Mr. Ofiuco tenia cierta predilección por Alemania, Mrs. Ofiuco quedo tentada por Suiza. Finalmente, de todo lo que conseguimos en firme, lo que mas nos llamo fue Dinamarca. Seria ilógico y hasta cierto mentirnos a nosotros mismos si no dejásemos constancia de lo que creemos es bueno y malo de Dinamarca. Aquí la lista que hizo que nos decidiéramos:

Lo bueno de Dinamarca: forma parte de la Unión Europea, lo que le confiere cierta estabilidad y inserción con el resto de países. Al mismo tiempo, conserva su moneda, lo que la hace algo mas flexible (la moneda esta unida a la corona noruega, país rico de por si). Hay una tasa de desempleo ni alta ni baja. El conocimiento del ingles esta bastante extendido, con lo que existe posibilidad de manejarse socialmente en ese idioma al principio. El gobierno ofrece clases de danés, con lo que con un poco de esfuerzo el gap idiomático se cubre (sin penalización económica). La ciudad de Copenhague (ese es el destino), tiene una cantidad de inmigrantes muy alta. De esto deducimos que es de por si un lugar amigable para los extranjeros (puede no serlo). Dinamarca esta al norte de Europa, pero no especialmente aislada si lo comparamos con los otros países nórdicos (vuelos al resto de Europa a coste razonable). Tiene una cantidad de actividades socio/culturales bastante alta. Las guarderías y escuelas son de un nivel parece ser bastante aceptable, y ofrecen la posibilidad de clases en el idioma de los padres. Cultura laboral tolerante con las necesidades familiares.

Lo malo de Dinamarca: el clima es algo inhóspito, frío húmedo y lluvia. El tamaño del país y el tamaño de Copenhague es reducido, con lo que se reducen también las posibilidades de empleo. La energía invertida en el aprendizaje del idioma local es básicamente perdida en caso de que uno emigre posteriormente (poca influencia del danés en el mundo, apenas 6 millones de personas). La mentalidad danesa es nórdica, personas autosuficientes por lo general, lo que limita o dificulta la posibilidad de crear redes de amistades con gente local. Las guarderías no son gratuitas, sino que cuestan alrededor de 3000 coronas al mes (guarderías del estado). El transporte es caro. La variedad de comida en el supermercado es limitada en comparación a otros lugares, sobretodo en frescura (comida traída de fuera). Mercado inmobiliario (alquiler) complicado; precio de la vivienda de alquiler alto.

Quede constancia que una queja bastante común que hemos encontrado por Internet es la de los impuestos, alegando que son muy altos. Nosotros, después de comparar con otros países, creemos que si bien son altos, si uno lo pone en la balanza de salarios y coste de la vida, no es un factor que haga descartar ese lugar (si lo hace por ejemplo en Finlandia, donde los salarios no son tan altos pero se mantienen los impuestos altos).

No estamos seguros de si es una buena o mala opción. Al final del día esto es lo que ha salido. Poco a poco iremos viendo si nos equivocamos o no en estos puntos. Lo que si esta claro es que ahora lo importante es disfrutar de la experiencia y ser positivos.

lunes, 15 de agosto de 2011

Intro


Un trópico es la línea imaginaria que delimita los puntos más meridionales en los que el sol puede ocupar el cénit a mediodía. Durante años esa línea coincidía con la constelación de Capricornio, y así se quedó. Sin embargo, el universo se mueve y la constelación es ahora la de Ofiuco.

Nosotros también nos mudamos, precisamente del trópico de Ofiuco al paralelo 55, a Copenhague, en Dinamarca. Como ya tenemos una edad y no tenemos la estamina de la gente joven, no queremos que este sea un blog muy muy activo, pero si lo suficiente como para de vez en cuando dejar constancia de las cosas curiosas que nos encontremos.